Hoy a las 9:00 de la mañana inicié mi última ruta de entrenamiento, pero ya con la mochila y todo el material que llevaré durante El Camino, total unos 9 kgs de peso más 1,2 kgs de la botella de agua que iba colgada de la mochila.
Al cogerla me daba hasta miedo pensar que tenía que llevar eso a las espaldas y durante unos 25 kms todos los días.
Al iniciar la marcha, ya pude comprobar que la mochila al tener protectores en la espalda y estar agarrada a la cintura y al pecho, quedaba muy sujeta, y al poco tiempo ya formaba parte de mi cuerpo.
Otra cosa distinta fue el caminar con dos bastones, nunca lo había hecho, y era un poco torpe, porque tienes que coordinar los movimientos de las dos manos, pero como todo en esta vida, es cuestión de práctica, al regresar, ya le tenía cogido el tranquillo y sin problemas. La verdad que los bastones ayudan con el mantenimiento del peso, a mantener la espalda recta y te mantiene como mas equilibrado. Sin duda recomiendo, llevar dos bastones.
Hice el recorrido por el camino que desde El Nuevo Vivero se dirige hacia a Olivenza. Realicé 7 kms y medio y media vuelta, un total de 15 kms. Los hice sin problemas.
La suerte está hechada. Mi próximo entrenamiento ya no será tal sino que será mi primera etapa en El Camino, el viernes 17 de junio de 2.011, comienzo mi peregrinación desde Roncesvalles.
Ya os iré contando.
Ruta |
Mochila y bastones |
Protección en la espalda |
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